Aventuras de un webmaster o consejos para que uno mismo pueda autoresultarse mucho más autointeresante cuando uno mismo se autolea, automismamente, a uno mismo.

Los blogs suelen ser uno de los mejores métodos para satisfacer esa cretinez, tan humana ella, de autoproclamarte tantas veces como puedas, lo encantado que estás de haberte conocido, sabiendo, además, que nadie que te lea, que estará pensando lo mismo pero del suyo propio, podrá decirte lo contrario bajo pena de que le digas lo mismo a él.

Pero en esto del narcisimo militante también hay clases, desde aquellos gurús tecnobarones que lo intentan colar sin que se note mucho, en aras de ese sentido del deber que poseen como "elegidos" haciéndolo en una versión portátil y escuchimizada, hasta los que su ego mastodóntico le lleva a estar tan encantados de haberse conocido que, ya desde el mismo título del blog, aparecen ebrios de si mismos, dedicándose post a post, a la muy noble causa de su propia exaltación.

La bitácora de maestros del web, que su flamante director edita bajo el siempre "original" nombre de aventuras de un webmaster, es un evidente ejemplo de ese tipo de bitácoras -mucha fachada y poco andamiaje- dedicada, casi en exclusiva, a un continuo ejercicio de autocomplacencia, -basta contar las veces que se autocita- por su condición de literato best seller y por estar en posesión de su atributos de "famoso", aunque sea dificil establecer las razones intelectuales y artísticas por las que han alcanzado tal condición salvo su depedencia absoluta de la página principal del dominio.

Todo un espejismo de frivolidad ombliguista que rebosa los límites tolerantes para abismarse en los piélagos de lo chirriantemente caricaturesco cuando, puesto en plan autodidacta, se "autoanima" para compartir y obsequiarnos, al más puro estilo -simbólicamente hablando- gallina ponedora de polluelitos mediáticos a los que mima, acaricia y sobreprotege, con unos cuantos "consejos para tu blog", que para eso él es el autotitulado "maestro", "director de web" y, tachánnnnn, algo de lo que casi ya no queda: nada más y nada menos que "webmaster" , que es decir más o menos lo mismo pero en inglés, que siempre tiene más glamour.

Aparte de esta obtusa autopropaganda poco más, un diseño que cualquier lector benévolo podría tildar de clásico pero que es visiblemente rancio, y, ante todo, impropio para su espectro generacional y un texto demasiado atildado, resabiado y remilgado, siempre de buen rollo, y que ofrece exactamente lo mismo que la mayoría de las bitácoras de este estilo, esas que parecen estar continuamente mirándose al espejo culturófago con fobia a todo lo que no suene a "exclusivo", a "nuevo", o pueda interesar a una mayoría.

Dicho y hecho, a partir de ahora en las tarjetas de visitas aparecerá "borjamari.con, maestro de web, webmaster y director de páginas web." Iré buscando tarjetas desplegables.


Calificación:


Borjamari | Otras opiniones | # | xml




Bitacoraspuntocom se nos hace un lifting y de paso una liposucción, !que está más encogida!, !a que si!, !a que si!

En vez de pegarle un buen repaso a lo que, por lógica, debería de ser lo más importante de un portal de sus características: los contenidos, los tristes chicos de bitacoraspuntocom se han liado la manta a la cabeza pariendo un diseño clónico a otros miles de portales que pululan por la red y que lo mismo contienen directorios de sexo, de televisión, de belleza o de fotos con pies desnudos al amanecer.

Una buena oportunidad, otra más, que han vuelto a dejar escapar.

Aunque con la marcha que llevan reinventándose a sí mismos -es la tercera reforma estética de contundencia en un año- quizá no tengamos que esperar mucho hasta el próximo cambio.

Como desde aquí siempre hemos sido, somos y seremos positivos, nunca "nefgativos", esperamos de verdad que esta mano de pintura, sea solo el comienzo para agarrar el toro por los cuernos y sacar, de ese estado de hibernación en el que se encuentran, a la gran mayoría de sus secciones.

Y es que hasta el único apartado que parecía no estar en estado vegetativo, la sección de "noticias", -esa a la que todos llaman el "no-do" por su chorreo de babas al más puro estilo "hola"-, lleva unos cuantos días a medio gas, y eso empezaba a preocupar a algunos amables comunicantes, (y algún que otro menos amable y bastante más interesado), que últimamente se molestaban en mandar correos compulsivamente.

Ojalá que después de esta fea capa de pintura que le han atizado a la fachada, -al fin y al cabo lo menos importante, que para gustos se hicieron colores-, se tomen en serio reformar el "fondo", convertido ahora en poco menos que en un almacén de materiales que nadie usa.

Y así, la razón íntima para la que se creó el portal, eso que estos tristes chicos buscan tan desesperadamente y que no acaba de llegar por más huecos que le dejan en su página de inicio, seguro que acaba llamando a la puerta.

Y todos tan felices comiendo perdices y volviendo a casa por navidad


Borjamari | Otras opiniones | # | xml



Nos cuentan que...

Fue a finales de noviembre del año pasado cuando me hicieron el ofrecimiento para escribir lo que quisiera y cuando quisiera en "borjamari". Dije que sí. Tan sólo les comenté algo así como "coño ¿pero sois vosotros?, estáis locos ¿o qué?"

Visto ahora, este, mi primer aniversario por aquí, ha sido duro. No habían llegado las navidades y a pesar de que la bitácora que había empezado en junio ya estaba más que consolidada, no pasaba un día sin que los pocos amigos que sabían de mi pertenencia a esta panda de locos me llamaran para hacerme la eterna pregunta: "Pero ¿cuándo cierra borjamari?"

Otros directamente no me preguntaban, me aseguraban que el cierre se iba a producir antes de un mes, o de una semana, o incluso de la siguiente jornada. Yo siempre respondía lo mismo: "tranquilos, que ya queda menos para el cierre".

Recuerdo que abrían mucho los ojos y me miraban sorprendidos al tiempo que decían: "entonces ¿es verdad"?

Tenía que explicarme: "pues claro que es verdad, "borjamari" tienen hoy un día menos de vida que ayer y, por lo tanto, está más cerca de la desaparición. Lo mismo que que tú, que hoy te queda un día menos de vida que ayer. ¡Chico, alguno hasta se tomó a mal que le recordase esta evidencia!

Hoy es un placer seguir aquí, ya no soy el último incorporado y hasta he dado la bienvenida a algunos de los que me hicieron esas preguntas. Y, hoy, por el simple y difícil hecho de haber logrado esa discreción absoluta de todos cuantos hacemos "borjamari", hay que felicitarse.

Es toda una lección de como, todavía, se puede confiar en la gente.

Mi "filosofía", que jamás me pidieron cuando empecé a escribir aquí, siempre ha sido la misma, leemos bitácoras para divertirnos, para pasarlo bien, no lo hacemos para que nos den sustos, lecciones o disgustos. No las leemos para que nos cuenten hechos dramáticos en vivo y en directo, que nos repugnaran, nos angustiaran o nos dejaran una imborrable señal.

Los blogs no deben de estar para eso, sino para "trascender" a todo eso, mental y sensorialmente. Todo lo que cabe en la vida cabe en una bitácora pero transformada por la siempre particular visión de su autor. Por esta causa ni el más crudo realismo personal -con aires de docudrama- es realidad para el resto, ni puede serlo. Todo es artificio, y mientras no entendamos los blogs como un divertido pasatiempo y nos empeñemos en disfrazarlo de "trascendental", (aunque sólo sea como una mera estrategia personal para ser "alguien"), no nos tomarán en serio.

Borjamari | Otras opiniones | # | xml




Bitácoras abandonadas en blogalia o como vegetar agusto a la sombra de los grandes

A estas alturas de la película pocos dudan considerar a blogalia como la única comunidad en español dotada de una cierta madurez en el pobre panorama de las bitácoras hispanas.

En ella convergen dos datos que debemos distinguir si queremos entender su desarrollo y su buena imagen: por un lado su sentido de "colectividad" algo que nadie más ha logrado a pesar de los muchos intentos, y por otro, tener bajo su dominio a la mayoría de las pocas bitácoras interesantes que ahora mismo pululan por los weblogs hispanos, tan grandes en cuanto a su número como bajas en su calidad.

Blogalia es el aristocratismo de las bitácoras, agrupa la flor y nata de los autores siendo su diversidad de temas, tonos y formas, siempre envueltas en unas líneas comúnes y coherentes, donde se encuentra, paradójicamente, su carácter unitario

Quizá por eso no estaría de más que su gran pope, como dueño y señor de esos dominios, sacara un poco de tiempo en sus múltiples ocupaciones y se diera una vuelta por su directorio para comprobar como de las casi trescientas bitácoras que aparecen, más de doscientas cincuenta están muertas o en un estado vegetativo lamentable.

Y ya de paso hacer ver a ciertos autores que desperdigar "inspiración" (especialmente si no sobra) no suele ser el mejor medio para hacerse notar, que no dice mucho de alguien, el tener abiertas compulsivamente cinco bitácoras bajo el apellido blogalia, para luego semiabandonarlas y apenas actualizar una de ellas.

Es solo una sugerencia, al fin y al cabo blogalia nunca se ha caracterizado por tener una idea agitadora de los blogs, pero no estaría de más que cuidara algunos detalles para conservar ese respeto (y mucha, mucha envidia) que le profesan en casi todos los circulos bitácoreros y seguir siendo, como decía mihura"..un capricho, un lujo, una pluma de perdiz que se pone en el sombrero".

Aunque hay que reconocer que la "competencia" se lo pone fácil, fácil, fácil.



Borjamari | Otras opiniones | # | xml




Pensamientos o como transmitir intimidad a través de algo tan poco íntimo como es una bitácora

Hay blogs que parecen estar hechos exclusivamente para ti.

Cuando entra en ellos y empiezas a leer, tienes la sensación de que te cuentan una historia que sólo te pertenece, que se dirige directamente a tus recuerdos y a tus vivencias y que no significaría nada para el resto de los mortales.

Son blogs que se pierden en compañía, que están hechos para disfrutarlos a solas, y que transmiten la cálida sensación de ser susurrados más que leídos, en una confidencia que convierte la delicadeza en secreto y la armonía en afecto.

No abundan, la verdad, pero cuando aparecen se convierten en hallazgos que deben ser compartidos.

Bajo un diseño feo, tan desnudo como humilde, pensamientos no hará historia, pero es uno de esos descubrimientos para leer con calma y, sobre todo, disfrutarlo.



Calificación:


Borjamari | Otras opiniones | # | xml



Nos cuentan que..

"Blogs: el club de los grandes hipócritas"

"La verdad os hará libres, pero también os hará... profundamente antipáticos:" Así rezaba el lema de un club secreto que funcionaba en la universidad de oxford hace medio siglo.

Sus miembros, que se hacían llamar "los grandes hipócritas", defendían este rasgo del carácter humano como una virtud máxima. Naturalmente cabe pensar que tal idea era sólo producto de la excentricidad habitual entre estudiantes elitistas, pero lo cierto es que se tomaron la molestia de escribir todo un panegírico de la hipocresía social, a la que consideraban como expresión del más alto sofisticamiento y buena educación.

Un rasgo que impedía que las personas fueran por ahí expresando sus más íntimas (y casi siempre desagradables) opiniones sobre el prójimo. Ellos opinaban que la hipocresía social era el factor que más diferenciaba al hombre de las bestias y, por tanto, un producto de su mejor inteligencia.

El club de los grandes hipócritas aseguraban que la hipocresía, como arte que es, sólo está al alcance de los seres más inteligentes, de aquellos que conocen los puntos débiles del prójimo y saben cómo aprovecharlos en beneficio propio. "El hipócrita sabe cuan vulnerables son todos los humanos al halago y lo utiliza sin sonrojo, y es lícito perfectamente lícito, que lo haga, puesto que la vanidad -a diferencia de la hipocresía es un rasgo humano sin ninguna faceta positiva y merece ser puesta en evidencia".

Muchos años después de leerlo, cuando yo casi había olvidado sus postulados, encontré una máxima de la rochefoucauld que me ha hecho recordar el club de los hipócritas y que transcribo por si alguien cree merecedor de un segundo pensamiento: "la hipocresía es el homenaje que el vicio rinde a la virtud".

(Un bloguero, ya "ex"
que abandona el club un pelín harto de tanta estupidez.)
(Sobre un texto "fusilado" de carmen posadas.
Gracias c.h.)


Borjamari | Otras opiniones | # | xml



Como parece que sigue habiendo demasiado crédulo incauto por ahí.. !re-pe-ti-mos!

.. borjamari sólo escribe los comentarios, siempre personales por supuesto, en su página, que para eso está.

Página de la que, evidentemente, se responsabiliza por completo.

Los comentarios de los demás, escritos fuera de aquí, son, naturalmente, de los demás, los firmen con la firma que los firmen, algo de lo que son muy libres de hacer cuando y como les venga en gana, que para eso el nombre de "borjamari" no es patrimonio de nadie.

Más discutible sería el extraño "gusto" de quien es capaz de usar semejante apelativo, pero eso ya es otra historia.

Borjamari | Otras opiniones | # | xml




Orsai o como hacer apología de ingenio cotidiano a través de un blog

Nos hemos preguntado muchas veces cuales son las razones de que escritores de blogs teórica y prácticamente buenos, poseedores de indudables cualidades, innegables a poco que se mantenga una visión mínimamente objetiva, no acaben de tener una presencia más continuada y jamás sea reconocido su triunfo por las altas "esferas" de aquellos autonombrados como "influyentes señores" de las bitácoras.

Sin duda esas causas son muchas, y la envidia del triunfo ajeno seguro que está entre las más poderosas. Orsai es un ejemplo de libro.

En un momento como el actual, en el que la falta de imaginación a la hora de escribir un blog es disimulado con una constante reducción al absurdo de las palabras formando post ininteligibles, reivindicar la anécdota para introducirse en la contradictoria prosa de la cotidianeidad, y encima hacerlo bien, es algo que desata la dentera de muchos

Orsai tira de la mejor tradición paródica, esa que los argentinos tanto han desarrollado como un mecanismo de autodefensa a fuerza de aguantar su propia historia. La parodia, la hipérbole, la alegoría punzante, todos estos recursos utiliza el autor para encantar la inteligencia de sus lectores y, ya de paso, crearse más de un enemigo entre sus "compañeros".

Quizá con orsai, hernán no llegue a la excelencia imaginativa de la añorada mirta, y no lo hace porque el material con el que ahora trabaja es una porción mayúscula de realidad. No digo que orsai no eche mano de su imaginación pero lo hace de una forma más encorsetada; le falta la fuerza, la mala baba, el sarcasmo o esos adjetivos filosos que desplegaba en la mujer gorda.. y eso acaba pasando factura, aunque sea en forma de aburrimiento.

Orsai se lee bien, hace reír, logra que nos burlemos de aquello de lo que quiere que lo hagamos, consigue que nos identifiquemos con las absurdas situaciones, por otra parte tan cotidianas, que describe, y es capaz de conseguir que, ojeando sus post, uno perciba esa sensación tan extraña de estarse riendo y, a la vez, experimentar una cierta congoja reconcentrada por lo que leemos.

Es una pena que ese alarde de espontaneidad que el mismo autor demostró en otras bitácoras, esté tan diluida en esta, una falta de espontaneidad capaz de provocar la impresión, al poco de empezar a leer la mayoría de los post, de saber cómo van a terminar. Y esto, según se mire, no suele ser beneficioso para ningún relato.

Ni siquiera para un blog tan bien escrito como éste.


Calificación:


Borjamari | Otras opiniones | # | xml




Oficina de objetos perdidos o cuidadooo, se acerca el estilismo cataclísmico neopostmoderno.. y olé

¿Pero de qué va este blog?.. cualquier ingenuo que caiga por esa página se lo preguntará después de intentar, si es capaz de atreverse en tan arriesgada aventura, leerlo.

Y sus respuestas no serán, ni mucho menos, clarificadoras.

Sus post son un rabioso modelo de pensamientos "pensados", de profundidades profundas, de inigualables e insondables elucubraciones, como muy bien dice en una de sus frase antológicas: "mi meta siempre es llegar a una meta, justamente para borrar esa meta".

Y es que lo suyo no son post, son verdaderos dossiers filosóficos (su "la ciencia del arte y viceversa" no tiene desperdicio), a medio camino entre el bien supremo de platón y la regresión al útero materno de neo. Existencialismo puro y duro.

Su protagonista, un aprendiz de aspirante a escritor llamado josé, se empeña en soltarnos un discurso con forma de narración desquiciada, que resulta repetitivo, previsible, demasiado largo, demasiado insulso y que lo único que demuestra es que el único "objeto" perdido que nadie parece haber devuelto a la oficina es algo de talento, aunque también es verdad que iba a ser dificil que se perdiera algo que, posiblemente, nunca existió.

En realidad la acción de este blog es lo de menos, al autor no le importa el "qué", sino el "como". Un como que se traduce en un forzado discurso que pretende ser directo, desenfadado y gracioso pero que de principio a fin, y a veces de un modo exasperante, acaba convertido en algo farragoso que no aporta nada nuevo y que se enreda continuamente en cansinas retóricas.

El resultado acaba con los nervios del lector más paciente.

Y es que ser lector de blogs en los tiempos que corren no es nada, pero que nada fácil.



Calificación:


Borjamari | Otras opiniones | # | xml



Borjamari