Demogracia o como las bombonas de butano también pueden tener connotaciones fálicas sin perder el glamour

En la genial película "cabaret" el maestro de ceremonias empezaba siempre con las mismas palabras el espectáculo: "dejen sus problemas a la puerta que la vida es complicada".

Demogracia es un retrato perfecto de esta sociedad agridulce que cada vez se parece más a un cabaret y sobre la que su responsable posa una mirada irónica, profunda y mordaz a través de geniales píldoras, que no son sino un verdadero lujo para leer y pensar.

Desde un humor corrosivo lleno de ingenio y frases cáusticas, juega con el melodrama, con la comedia, con el romance, con la ternura, aplicándole a todo esa fina capa de sarcasmo de quien ve las cosas desde la distancia.

Álvaro g. vicario es un superviviente nato, daría igual que fuera el peluquero de la "saritísima" o guionista a punto de ser despedido de "ahora", él siempre ejercerá, desde su página, de pícaro maestro de ceremonias del cabaret de la vida.

Alguien capaz de convertir lo más trascendente del mundo en un cabaret absurdo, es alguien capaz de entender la realidad.. y además capaz de contarla.

Es una pena que se deje "leer" tan poco. El único "pero" que se le puede poner.


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