versus


Por mera convicción personal siempre he dudado de la veracidad de casi todos los empalagosos refranes y tópicas sentencias (ya alguien definió a este género como el acogedor refugio de los ignorantes) y muy especialmente de uno, tan ingenuo como civilizado que se empeña en pregonar "hablando se entiende la gente", pero me entretienen mucho los debates concebidos como una batalla dialéctica entre gladiadores, sin tregua ni perdón, a muerte, buscando la sangre y las vísceras del rival.

A condición, por supuesto, de que la temática posea interés y de que el escenario esté habitado por esgrimistas con clase, artistas de la polémica y del panfleto, histriones en posesión de agilidad mental, gente con lengua larga, afilada y profunda.

Por ello me está resultando problemático abstraerme del adictivo y divertido debate abierto entre los partidarios y detractores de la publicidad en las bitácoras, un debate con todos los ingredientes para acabar convertido en un histérico culebrón de posturas encontradas que promete antológicos momentos de esperpéntico humor.

Combatientes de lujo equilibrados y reconocibles luchando por uno de los dos motores que mueven al mundo.

La diversión está garantizada.

Borjamari | Otras opiniones | # | xml



Borjamari