III jornadas sobre bitácoras y medios de comunicación. Experimento: si usted, querido lector, se dedica a contar hasta sesenta con la debida cadencia, habrá pasado un minuto de su vida en el más puro y perfecto estado de estupidez. Muchas gracias.

Dicen los que saben del tema que en madrid a partir de las ocho de la tarde o das una conferencia o te la dan. Y es que la afición de la humanidad a oír parloteos ajenos, en cualquiera de sus vertientes eufemísticas de "conferencias", "coloquios", "reflexiones", "congresos", "mesas redondas", "jornadas", seminarios" y/o similares, está de moda.

Todavía no llegamos a la altura de los alemanes, que llenan sus salas de conferencias todos los días y a todas las horas, incluso cuando no hay conferenciante, pero en esas estamos. Parece que no tardaremos mucho en alcanzar aquello que decía keyserling de que si hubiese dos puertas y se leyese en una "entrada al cielo"y en otra "entrada a un curso de conferencias sobre el cielo", todos entraríamos por la segunda puerta.

Como no podía ser de otra manera, los blogs, "heraldos de la comunicación" de la nueva era que están reduciendo a gelatina temblorosa a los medios tradicionales (¿alguien puede negar la evidencia? ¿eh?, ¿eh? ¡ah!, bueno, por eso) se han apresurado a apuntarse a esta historia organizándose sus propios sainetes.

Si hay quien organiza conferencias sobre la ética judía en los negocios, coloquios sobre la suave y delicada gastronomía inglesa, profundas reflexiones sobre la higiene en marruecos, mesas redondas sobre la historia del humor alemán, perspicaces jornadas sobre los antecedentes de la aristocracia tejana o sutiles seminarios acerca de la belleza arquitectónica de las construcciones en las playas españolas, que menos que organizar un sarao sobre algo tan profundo como el periodismo digital, invitando, eso sí, a los verdaderos barbacanas del tema: los bloggers.

Así, hace unos días se celebraron en la prestigiosa (no me mireis así, se pone siempre) facultad de sociología de la universidad de granada las "tercerasjornadasdebitácorasymediosdecomunicaciónde granada" con la asistencia de reconocidos y reputados bloggersperiolistas y bloggersperiolistos (alguno con la secreta aspiración -según confesión propia- de llegar a poder vivir del tema -¡juventud bendita inocencia!) que debatieron intensa y apasionadamente, como no podía ser de otra manera, el futuro de tan penetrante cuestión. Vamos, la habitual reunión de los habituales amiguetes que todos sabemos que nos sale más barata (papaunipaga).

Con todas las reservas del mundo y según nos cuentan (sin duda por algún error de alguna incompetente secretaria la invitación -la oficial- a borjamari se traspapeló y aunque servidor asistió vestido de legal largarterana el bar acabó ocupando todo su tiempo -arraigadas costumbres universitarias nunca mueren-), el éxito fue increíble, apoteósico, delirante, extático. Un éxito que en algunos momentos llego a alcanzar la categoría de orgasmo (nadie nos ha sabido explicar si vaginal o clitoridiano) cuando casi los 20 asistentes (¡que en algunos casos llegaron "inclusive" a ser más de venticinco!! -una verdadera avalancha: la entrada era gratuita y hasta te daban diploma si te registrabas.-) escuchaban absortos (5 eran absortas) la charleta titulada "¿qué es la blogosfera? ¿de dónde viene? ¿a dónde va?" (nombre de tango desgarrador que podía haber sido compuesto por el mismísimo perales), una elaborada disertación -vibrante a la par que aristocrática- que fue capaz de lograr mantener a algunos miembros de la sala (concretamente a los cinco que andaban trasteando con sus aparatos -y me refiero a sus portátiles-) con los ojos abiertos. Un mérito única y exclusivamente atribuible al insigne disertante ya que, como todos los que hemos tenido que lidiar alguna vez con semejante toro sabemos, la mayoría del público asiste a las conferencias a echar una cabezadita siendo labor principal del conferenciante impedírselo.

Siendo serio, ¿qué sería una conferencia, un coloquio, una reflexión, un congreso, una mesa redonda o una jornada de blogs sin la inexcusable perorata "¿a dónde vamos? ¿de dónde venimos?, ¿y quién es él? ¿en qué lugar se enamoró de tí? Pues nada, absolutamente nada. Cualquier congreso sin la metafísica esperpentica que se desarrolla a la luz de estas absorbentes cuestiones estaría más vacío que una isla sin robinsón (que decía el irritante sabina), sería como intentar separar a ramón de cajal, a blogalia de una caída, a gabriel de galán, a borjamari de la estupidez. Imposible.. sería la nada.

Temblad malditos periodistastradicionales. Temblad, estáis acabados, "nosotros somos los medios" y ahora no lo ha dicho un patético ceporro que se las da de visionario, noooooo, lo han dicho nuestras más grandes estrellas del showbusines bitacoril patrio, los mayores iconos pop-plof bloguero. Y si ellos lo dicen ya podéis iros todos apuntando al inem.

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