Nos cuentan que...

... escribir -bien- un blog, es una aventura tan apasionante como desagradecida. Intentar trasladar ideas y pensamientos con palabras propias -crear-, conlleva una enorme desproporción entre los resultados que se obtienen y el esfuerzo que se ha dedicado a ellos. Resultados que sólo en muy contadas ocasiones y generalmente más por un golpe de suerte que de ingenio, permite alguna recompensa. Pero como en todo, los intemporales tunantes también aquí hacen de las suyas logrando, hasta con cierto "éxito", sustituir un talento ausente por la picardía barata.

La moda del "cortacopiapega", ocultado el origen de la creación, o peor, maquillándola hasta que pueda pasar completamente desapercibida, es una de las características más notables de algunos afamados bitacoreros que, con un avieso sentido oportunista y la lógica búsqueda de una clientela que les sirva -en principio- para aumentar su ego, más daño está haciendo a este nuevo medio de expresión. Poner internet al servicio de estos individuos puede, disparatadamente, compararse con facilitar a un "michaeljackson" el acceso incontrolado a una guardería.

Los ejemplos que se podrían poner son infinitos. Aunque quizá por cercanía brille con luz propia un tal "javimoya". Sus pocos escrúpulos a la hora de apropiarse de lo ajeno no difiere del de otros muchos, pero el descarado "marketing basura" que suele desplegar a su alrededor para llamar la atención al precio que sea, bien puede servir para poner de ejemplo.

Lo peor de "moya" son sus torpes y pueriles explicaciones. Pretende "moya" hacernos creer que es legítimo transcribir la creación de otro autor para incorporarla a una obra propia sin explicitar claramente su origen.. o más fácil.. obviarlo. Cada vez que es descubierto (y ya van unas cuantas) alega en su defensa que, ¡por supuesto! siempre cita al autor y -casualidad- concretamente esa vez se le habrá pasado, .. pero que no volverá a pasar. Hasta que vuelve a ser descubierto, claro. Y vuelta a empezar.

A pesar de su ámplio historial de "errores" continua fiel a sus principios del "cortacopiapega". Sabe de la inmensidad de internet y juega con ello. Parece que recibir en cada post un subidon de ego con aspiraciones a la fama resulta una droga irresistible para algunos, aunque sea a costa de obtenerlo robando el trabajo de otros. Además, nunca pasa nada. Antecedentes hay, y mucho más importantes que los de un mísero blog. "Anarosaquintana" despachó, con un historia de ordenadores con vida propia y negros desleales, "sus" fusilamentos y ahora es la reina de las mañanas. ¿Por qué no va a poder hacer lo mismo el pinturero (con sus correspondientes sinónimos que tan bien le van) "javimoya", todo un maestro de los blogs que viven de la creación ajena?

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