Ruido: un fino romántico de nuevo cuño.

Un sabio ruso del pasado siglo, muy traído y llevado por la crítica moderna, escribió un famoso libro en que demuestra impepinablemente (entre otras cosas) que todos los cuentos populares de su tierra podían reducirse a uno. Si el ejemplo cundiera, (y con la aparición y el desarrollo hasta la enésima potencia de blogs con ínfulas presuntamente literarias está cundiendo), acabaríamos por demostrar que no existe más que una historia, un argumento de novela, una trama dramática y dios sabe cuántas cosas más, reducidas a lo mismo y a lo uno.

Por eso, quien encuentre escondido -muy escondido- en blosit, (uno de los refugios preferidos por la mayoría de desertores que huyen desesperadamente de bitácoraspuntocom -por cierto excelente y toquemos madera-) ruido, podría pasar de largo pensando que era más de lo mismo. Un error.

Ruido no va a pasar a la posteridad pero al menos sobresale (algo no difícil) por encima de la abundante mediocridad de tantos pintorescos bobalicones aspirantes a poetas que pueblan el micromundoblog y que lo único que consiguen hacer bien es el ridículo. Ruido hasta está bien escrito. Enfatiza lo suficiente el tema que trata en cada post para conectar con las grandes inquietudes y temores actuales aunque sin grandilocuencia ni retórica. Por eso, su poemario tiene una calidad poética indiscutible. Utiliza un lenguaje de connotaciones historicistas y aun barrocas, más dentro de una sintaxis quebrada, que se agiliza cuando conviene y se aploma cuando es menester. Hay en su verso un fluido existencial y lírico en buen correlato con el tono evocador que no desfleca de estúpido sentimentalismo la dimensión épica de esta poesía, tallada en un friso estético, con palabra limpia y sugerente descargada de ringorangos. Y libre, enteramente libre.

Una opinión ésta, la del borjamari, muy gongorina (y lo siento especialmente por la generación del pulgar que pensarán que está redactada en alguna lengua muerta), pero no podía ser menos. A ver si aprendemos que jugar a ser poeta no es difícil. Serlo, sí.

Borjamari | Otras opiniones | # | xml



Borjamari