Nos cuentan que...



Teniendo en cuenta que las últimas reuniones, conferencias, debates, porfías, coloquios, charlas, reflexiones, pláticas, congresos, jornadas, mesas redondas y similares organizadas en torno a los blogs han resultado un verdadero fiasco para la mayoría de sus asistentes (y antes de que ni las cervezas por presentarse en algunas de ellas compensen tragarse la inevitable homilía del inevitable señor orihuela -parte ineluctable del decorado en cualquiera de estos eventos-), borjamari, servidor, quiere aportar su granito de arena proponiendo una conferencia tipo -breve resumen de todo lo que he podido aprende en mis ya muchas asistencias a ellas, y en la que, de una forma clara y concisa, se explique qué son los blogs.


Título: "El blog"
¡Ah! Se me olvidaba, una recomendación antes de empezar la charleta, borjamari, servidor, sugeriría (después de ser presentado y corresponder con una sobria inclinación de cabeza a los elogios del introductor) sentarse en la mesa, poner el cronómetro y, doblando las cuartillas a la luz de la lámpara carraspear un poco para, después de hacer una pequeña pausa, comenzar.


- Señoras y señores: Prioritariamente, advertiré que el título de mi conferencia no es el que por error mass-mediático han visto ustedes anunciado. Es éste en realidad: "el blog: dificultática intrasociológica de la coyuntura real". A la vez, advertiré que entiendo por "blog" (neologismo que urge dinamizar y vializar) todo complejo de dificultades implícitas en una problemática cualquiera, en nuestro caso la del ámbito intrasociologico de la coyuntura; y ha de advertirse también que esta coyuntura, por obra gramatológica del artículo "el", es la presente. Analizaré dicha dificultática de los blogs en tres órdenes, dos de ellos históricos ya (obsolencial y conflictual) y otro en gran parte pasado y en pequeña parte presente (ruptural). En el orden obsolencial, será preciso recordar la grupuscularidad, satelitización y compartimentalización conducentes a un hiatus conceptual y vital, a un estatismo edipiano y a una verdadera litiasis cerebral que llevaron al cuerpo sociológico (en tiempos por fortuna superados) a un auténtico estado de coma . En el orden conflictual, mencionaremos como componente anecdótico la escalada poliorcética de una genitalización abiertamente opcional sin restricciones procedimentales de índole maltusiana. Este componente, aun siendo anecdótico, contribuyó a la mentalización operativa y potenciadora peculiar de aquel período histórico, el cual condujo a saltar las barreras discriminadoras y a superar las degradaciones marginales. En el orden ruptural (en su mayor parte historia ya, como hemos dicho), expondremos el desencadenamiento de la contestación conflictiva, la concienciación y la catequética mental productoras de un aperturismo y de unos esquemas dialécticos abocantes, finalmente, a unas expectativas que, si bien siguen mostrándose como conflictuales, abren las puertas a la ecumenicidad y a unas instancias equivalentes a un auténtico desafío a la atonía alienante residual y a la nostalgia de unas estructuras escleróticas, ofreciendo además anchos horizontes para un clorofilización mental irreversible.
Llegados a este punto conviene beber un buche de agua, asegurándose que es agua ya que cualquier otra bebida gaseosa podría causar una contracción del esófago y súbita verticalidad dorsal que no da buena imagen. Después del trago, continuar


- Permítanme ustedes un flash-back diacrónico al estado obsolencial y a las aptitudes adaptativas de componente escapista que caracterizaron la vida de nuetros ya casi remotos ancestros. Ello nos impone una estratificación analítica socioafectiva, socioemocional y socioeconómica, un estudio, siquiera breve, de los campos urbisociales y agrosociales y una prospección, meramente indicativa, de la aristosociología y la plebisociología. Pero antes, permitanme señalar, a título de mero muestreo estadístico, la degradación funcionarial del ámbito periférico, el deterioro de la infraestructura social, la erosión galopante de una facticidad en pura flotación y la esclerosis óntica, todo ello dentro de un hábitat en radical minusvalia.
Ahora es un buen momento para, con mirada sagaz que supla las palabras silenciadas, seguir hablando de la etapa obsolencial pero centrándola en alguna característica particular del auditorio. Una vehemente mención al sitio en el que uno esté dando la conferencia, por ejemplo, asegura el aplauso. No conviene perder mucho el tiempo en esta parte ya que no es muy recomendable improvisar. A la mayor brevedad posible se debe seguir con el discurso centrándolo ya en el análisis conflictual


- Podíamos embarcarnos en un estudio de las motivaciones aculturales que incidieron en el bloqueo de unos compartimientos basculantes, de componente hermafrodítico; en un estudio de los carismas interdisciplinares que configuraron una mentalización macrosociológica maximalista y un sí es no es (no hay más remedio que confesarlo) mitificadora. Sería preciso considerar también la gran participación, en esta etapa, de la un día mujer objeto, que, de estimuladora e mentalidades orgiásticas, pasó a ser, a nivel de organigrama gerencial, una pieza muy operante, olvidando ya su status meramente ecológico. Ello nos llevará, si el tiempo lo permite, a una exploración psicológica, en profundidad, de las mutaciones operadas y al nacimiento de un paccionismo ignorado en la época obsolencial.
En este punto resulta imprescindible mirar el reloj, hacer un gesto de contrariedad acompañado de algún comentario agradable y anunciar a la concurrencia que las conclusiones finales que haremos a continuación cerraran el ameno discurso..


- Vengamos ahora a una prospectiva de futuro, pero no para pronunciarse sobre ella. No haré más que lanzar unos interrogantes que ustedes acogerán con insobornable mismidad: Si nuestra meridionalidad es irrevocable, por imperativos geográficos, ¿cabe proponer como parámetros las resultantes experimentales de una nordicidad a todas luces inasequible? ¿Podremos llegar a una planificación actuarial, a una directiva optimal partiendo de una operatividad circunstancialista, acosada, de una parte, por un verdadero etilismo conceptual, y, de otra, por un erotismo concebido y programado como ascesis? ¿Es posible una sistemática procedimental que imponiendo unos filtros socioideológicos contextuales proporcione una agilización operativa capaz de superar las instancias críticas inmersas en todo rechazo catapultante y en toda escalada hacia una sociomorfología euforizante y no dificultativa? Celebraría que las meditaciones de ustedes superaran el conjeturismo que, por el momento, alergiza y parceliza mi propia mismiedad.
Ya sé que estas líneas resultan mucho más sencillas, simples, espontáneas y, sobre todo, comprensibles que cualquiera de las tropecientasmil que hemos escuchado de tan apasionante tema.. pero reconozcan que llegar al nivel de las que con tanto ardor redunda sobre cada escenario nuestro nunca bien ponderado "conferenciante y blogger" de cabecera, es una tarea imposible.

Va por ti joséluís, te las cedo degratis, úsala cómo quieras... aunque sólo sea para darle en las narices a todos esos envidiosos y amargados de siempre que van diciendo por ahí que todas tus conferencias son iguales, que pareces un disco rayado o que te repites más que el ajo. La gente.... ¡qué mala que es!

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